noche de despedida
Allá donde se cruzan los caminos, donde el mar no se puede concebir, donde regresa siempre el fugitivo, pongamos que hablo de Madrid. Donde el deseo viaja en ascensores, un agujero queda para mí, que me dejo la vida en sus rincones, pongamos que hablo de Madrid. Las niñas ya no quieren ser princesas, y a los niños les da por perseguir el mar dentro de un vaso de ginebra, pongamos que hablo de Madrid. Los pájaros visitan al psiquiatra, las estrellas se olvidan de salir, la muerte viaja en ambulancias blancas, pongamos que hablo de Madrid. El sol es una estufa de butano, la vida un metro a punto de partir, hay una jeringuilla en el lavabo, pongamos que hablo de Madrid. Cuando la muerte venga a visitarme, que me lleven al mediterráneo donde nací, aquí no queda sitio para nadie, pongamos que hablo de Madrid. Joaquín Sabina
Cuando alguien lo escribió mejor que tú, lo mejor es dejar que lo repita.
Comentarios
Pd: una curiosa que dejó de ser curiosa para pasar a ser nostálgica durante unos días (pero ya no quiero más, mejor dicho, ya no puedo más)