el arte de volar

Lámina de Leonardo Da Vinci

Los pájaros forman parte de nuestros cielos. Su habilidad desafía la ley de la gravedad y son envidiados por poetas que con palabras no consiguen emprender el vuelo hacia las altas latitudes de la tierra. Leonardo da Vinci, el genio renacentista, fue el primero que examinó el vuelo de los pájaros intentando imitarlo y observó que estos utilizaban la cola en forma de timón y cambiaban el centro de gravedad ladeando la cabeza. Estas investigaciones le sirvieron para diseñar las primeras máquinas de volar; el paracaidas y el helicóptero, representadas en su obra Hoepli del Còdex Atlanticus, la más extensa donde se encuentran láminas originales de bicicletas, carruajes de combate, mecanismos hidráulicos y estudios matemáticos. Todo ello para conseguir volar como un gran pájaro. El genio se adelantó siglos al calcular exactamente el tamaño que debían tener las alas de los aparatos pero desconocía que los huesos de los pájaros son más ligeros que los humanos. El genio nunca consiguió volar aunque lo intentó en 1505 en la ladera del monte Ceceri, cerca de Florencia. Más de trecientos años después se utilizó un aparato similar al diseñado por el gran Leonardo para emprender el vuelo. En el siglo XIX se consiguió.