Insomnio
insomnio.
Confío en la poesía,
esa planta carnívora
de palabras interminables
que me permite abrir
las puertas del subconsciente.
Esa sensibilidad
de cantares de gesta
y ridículas conveniencias
en el siglo del fraude.
Esa duermevela
y esa amnesia insular
convertidas en insomnios desdeñables.
Ese desorden que viaja
de mi cabeza a la tuya
sin hablar, sin decir,
sin saber pedir siquiera.
La poesía devora lo innombrable.
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