Los ríos de la mujer salvaje
Todas somos una,
somos ríos, mares, océanos
distintas, diversas, afluentes.
Llenas de fluidos,
lágrimas en los ojos,
saliva y salvia en el corazón.
Llegamos al mar para amarnos sin miedos.
Llenas de jugos, elixires del placer, leche materna que alimenta, útero que acoge, cocina y alquímia la vida.
Aguas creadoras, creativas, nutrientes.
Somos ciclos, lunas, eclipses, minerales,…
Mujeres oceánicas, salvajes, submarinas.
Todas somos una.
Altar y textos tras la lectura: "Piel de foca, piel del alma" de Clarissa Pinkola Estés en el grupo de Lobas en Inanna conducido por Gabriella Bianco en el que he vuelto a escribir sin miedo, alzar la voz del alma, escucharla desde el amor con pasión, con tacto, con perdón, con dulzura, con tesón, con alegría, con fuerza, con ternura, con paciencia. El amor sin dolor, sin resignación, sin locura, sinsentido, sincopado, sinestésico, sinérgico.
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