CAMBIO DE ESTACIÓN

Estoy sentado como un inválido en el
desierto de mi deseo de ti
Presencia del otoño
Agustina Roca
Cuando era estudiante se terminaba el verano el 13 de Septiembre, coincidiendo con la apertura colegial y casualmente con el día de cumplir años, ahora el cambio de estación aparece con las lluvias torrenciales en las ciudades mediterráneas. La luz matinal deja paso a la oscuridad vespertina, el canto de las gaviotas se aleja a otras ciudades con mares y despiertan los huracanes en América Latina que se fraguan con ayudas básicas internacionales, a veces, y con mucha miseria, siempre. Cada año llega la nueva temporada más temprano y las tiendas de ropa de masas descuelgan el bikini del maniquí y lo visten con camisa de cuello alto, pantalón largo y katiuskas. Las horchatas a pie de playa se sustituyen por cafés con leche calientes en bares de interior con calefacción y entran en juego paraguas, baños calientes, películas a la luz de las velas y noches con mantas y besos de algodón. Los horarios de oficina se vuelven inflexibles y los trabajadores ansían la próxima festividad con maletas llenas de recuerdos y fotografías de conciertos en las plazas mayores, visitas a pueblos olvidados los meses de más frío y fiestas vividas cerca de seres queridos, sean o no amigos, sean o no familiares, sean o no conocidos. Sea como fuere, este año he tenido verano/agosto y vacaciones que no está nada mal para continuar el resto del año.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Yo estoy impaciente de que llegue ya el invierno. Mi primer invierno con Mario. Mis bufandas, mis gorros, mi primer invierno con un contrato digno, conviviendo con mi novio, independencia economica y personal... Muchas cosas que ansío que lleguen.
Sabes? Siempre he admirado la relación que tenias con tu madre y yo, ahora que también estoy a unos kilometros de ella, estoy empezandola a tener. No es ni mejor ni peor, es distinta pero bonita, muy bonita.
Anónimo ha dicho que…
Y este invierno se va a reforzar aun más. En invierno, este invierno
Joana Abrines ha dicho que…
maría encantada de leerte de nuevo, gracias por no abandonarme. La verdad es que cuando escribía el texto alegando al verano todo mi optimismo pensaba también en las personas que preferirían el invierno como tú pero no llegaba a descubrir cuál podría ser el motivo para amar un mes frío y sin mar. Ahora ya lo entiendo el amor calienta el corazón. Espero que tu viaje con mario sea todo lo que esperas que seguro que aciertas. Un abrazo guapa.
Anónimo ha dicho que…
Este año,pienso que ha sido bueno para vosotros, nosotros , je,je,je,je, .....
hemos sobrevivido al temporal como hemos podido.
Un beso molt fort

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