a ti, abuelito
Mientras tu corazón se debate entre la vida y la muerte, yo ansio volver a pisar Mallorca, nuestra tierra natal, para cenar contigo una tortilla francesa en la mesa-camilla y volver a besarte antes de salir por el portal de tu casa. No olvidaré nunca tu rostro afeitado del barbero, tus ojos azules, tu estatura, tus camisas lisas, de rayas y de cuadros, el ruido del aparato del oxígeno como aprendiste a decirlo después de estar años enganchado a sus orificios. También tus manos ásperas como el tronco de un milenario árbol, tu olor a colonia de señor mayor, el trinxet con el que cortas pan, queso, sobrassada, carne y robiols, todo a la vez. No olvidaré la palabra con la que te despediste de mí, ayer noche. ¡Cuánto tiempo hace ya de eso!
Comentarios
Salut, y muchos besos
llamj
Estefania.