el flujo de las sandías
Guillotina diseñada por el colectivo italiano IOCOSE
He comprado una guillotina doméstica para decapitar sandías. Las he partido por la mitad para desenmascarar su dura piel, las he colocado de mayor a menor en el salón de casa, me he arrollidado, he lamido gélidamente sus vulvas rosáceas y he dibujado una constelación de estrellas en el cielo de mi sexo. Enérgicamente he devorado los cerebros frutales y el olor a verano me ha paralizado durante horas.
Comentarios
Texto precioso para una foto impresionante. Si me hubiera sentado yo a juntar palabras les habría dado un tinte más social y más previsible.
Una vez más, nos das una visión inesperada... y sen-xual. Gracias.
Laura.
Agradezco tu entrada por estos lares. Hasta pronto, amiga!