Versos Rotos
Ilustración de Joan Garau para el texto Versos Rotos de la revista Láudano
A
Bea
Han
sido muchos los escritores que han decidido morir jóvenes dejando un
bonito cadáver y cimentando su nombre al de leyenda. En la poesía
se habla del club de las poetas suicidas entre las que están Sylvia
Plath, Alejandra Pizarnik y Alfonsina Storni, entre otras. En este
texto repaso versos rotos de poetas muertos; y al final os dejo parte de la documentación:
Alfonsina,
vestida de mar
En
Mar del Plata, Alfonsina Storni se arrojó al mar, como ella misma
dejó anotado en una nota. Historia recogida en la canción Alfonsina
y el Mar interpretada
por Mercedes
Sosa.
Alfonsina que en árabe significa dispuesta a todo, escribió Voy
a dormir antes
de morir:
“para
que me olvides... Gracias. Ah, un encargo:
si
él llama nuevamente por teléfono
le
dices que no insista, que he salido...”
El
suicidio por inmersión es un clásico entre los escritores, Paul
Celan se arrojó al río Sena y Virginia Woolf se ahogó en el río
Ouse, cerca de su casa, llenándose los bolsillos del abrigo con
piedras. Y dicen
que la primera poeta en suicidarse arrojándose al mar fue Safo. Otro
poeta griego que intentó quitarse la vida tirándose
al Mediterráneo fue Kostas Karyotakis pero las aguas lo devolvieron a la costa y escribió
esta nota encontrada en su bolsillo: "Aconsejo
a cuantos sepan nadar que no intenten jamás suicidarse tirándose al
mar. Durante diez horas me estuve peleando con las olas. Tragué una
enormidad de agua y, sin saber cómo, de vez en cuando subía a la
superficie; cuando tenga oportunidad, escribiré las sensaciones de
un ahogado". No
tuvo tiempo de escribir las sensaciones de un ahogado porque ese
mismo día se suicidó pegándose un tiro al corazón.
Sylvia
Plath, dulce muerte
Cuando
murió a los 31 años ya había escrito una obra poética mayúscula.
Se ha dicho mucho sobre ella pero la obra de Sylvia Plath está muy
por encima de su mito y de su muerte. Solamente decir que ahora si
ella hubiera querido tendría tan solo 81 años.
"Morir
es
un arte, como todo.
Yo
lo hago excepcionalmente bien
Tan
bien, que parece un infierno.
Tan
bien, que parece de veras.
Supongo
que cabría hablar de vocación.”
En
febrero de 1963, Sylvia se despertó a las seis de la mañana y
preparó el desayuno a sus hijos, de tres y un año. Después cerró
la puerta de la cocina, tapó todos los resquicios con toallas, metió
la cabeza en el horno. Abrió el gas y murió. Anne Sexton también
se suicidó inhalando el gas de su coche. Y lo hizo después de
escribir este poema titulado El
deseo de morir que
finaliza con esta cruda imagen de su cuerpo diseccionado.
"...No
preví que punzarían mi
cuerpo.
Ni
tan siquiera la córnea y la orina estaban ya.
Los
suicidas traicionan el cuerpo de antemano."
Alejandra
Pizarnik, la poeta desgarrada
En
la obra de la poeta argentina, el suicidio está descrito con placer
como si el no-ser fuese el triunfo, la salida, la elección. "Triste
como sí misma/ hermosa como el suicidio" Y
por el contrario vivió la vida con absoluta desesperación, eterna
soledad, dolor y amargura hasta la muerte. Terminó con una
sobredosis de barbitúricos a los 36 años. ¿Quizá si alguien
hubiera leído estos poemas como una llamada de auxilio, se hubieran
podido evitar sus muertes? O quizás sea mejor hacerse la pregunta
que recita a viva voz Isabel Escudero:
"Un
guioncito
entre
dos cifras
¿era
eso mi vida?”
Recitaré Versos Rotos en la presentación de la
revista Láudano I. Memento Mori. Evento privado, solo con
invitación. Busquen los datos en su evento de facebook. Piden
discrección y guardar el secreto.
Recital desnudo en la Órbita de Io
Y entré en el programa de La Inercia para hablar de mi colaboración en la revista Láudano, el texto de mis poetas suicidas.
Bibliografía
Safo. Poemas y testimonios. El Acantilado, 2004
Safo. Poemas y testimonios. El Acantilado, 2004
Poesía Completa Sylvia Plath. Bartleby Editores, 2009
Marina Tsvetàieva. Poema de la fi. Edicions Proa, 2004
Coser y cantar. Isabel Escudero. Editorial Lucina, 1994
Paul Celan. Poemes. Edicions 62, 2000
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