L'origine du monde de Gustave Courbet
Me he sentido como una diosa. Has
sabido sostenerme, tenerme entre tus brazos, acariciarme, besarme,
llenarme de amor, ternura y deseo con todo tu cuerpo. Hemos festejado tu
virilidad y hemos venerado mi profundidad. Hemos
recorrido juntos los caminos del orgasmo, alcanzando el fuego máximo
en un mismo aliento y recubriéndonos de placer mútuo. He
contenido tu fuerza masculina, alimentándome de ella, llenándome de
creatividad expresiva y emocional. Han salido mis energías
femeninas y hemos vibrado juntos, sin tiempos, en un nuevo espacio.
En el placer del encuentro cada uno ha tenido su lugar y así nos
hemos respetado. Hemos creado un surco en nuestra memoria para no
olvidar que el sexo elevado existe. Es posible. Ha sucedido
aquello que intuía: dejarme sentir para dejar de ser y convertirme en múltiple.
Nuestra danza íntima ha sido como un viaje interestelar, estábamos en silencio suspendidos
en el aire hasta que de pronto hemos saltado
al vacío, sin miedos, hacia el infinito. Nos hemos dejado llevar sin
comprender la nada que se ha convertido en todo, presencia y luz.
Pd. Día 17 Fase ovulatoria.
Sintiéndome feliz de ser mujer a tu lado. Leyendo Mujer deseada, mujer deseante de Danièle Flaumenbaum.
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