Carta de amor

Mensaje de Eli Lanzillota, nuestra maestra del amor


Carta de amor a las personas que quiero:

Qué bonito es cuando te dicen que lo estás haciendo bien, que nuestro trabajo es valioso y creativo, que somos los mejores padres para nuestra hija, que la dedicación exclusiva es una opción en la crianza y que es la mejor elección precisamente porque la hemos elegido nosotros. Que evidentemente hay muchas maneras de hacerlo y que hay muchas cosas a mejorar pero que estamos en el camino, que no es un golpe de suerte ni es la situación más fácil a la que nos hayamos enfrentado antes, sino que hemos luchado juntos para que así sea, que nos hemos sobrepuesto a las dudas y los conflictos internos y que seguimos haciéndolo. Y que así queremos vivir nuestra vida y así queremos vestir a nuestra hija y que si a los nueve meses no lleva zapatos es porque no camina, que si todavía le doy teta es porque es a demanda del primer día que nació y hasta que ella quiera, que si no le ponemos pendientes es porque no los necesita, que si no la vacunamos hasta los 8 meses es porque nos informamos y así lo consideramos porque "todos los padres quieren lo mejor para su hijo", sin duda y cuestionarlo sería ridículo a estas alturas, que si come con las manos es porque consideramos que es la mejor forma de ofrecerle alimentación complementaria, que si la cojo cuando llora no la estoy malcriando, que si dormimos juntos descansamos mejor y sobretodo que si no os pedimos opinión, no tenéis porque dárnosla: os queremos y os respetamos igual y sobretodo que vuestro momento de la crianza ya pasó, o ya vendrá, y seguramente hicistéis lo mejor que pudisteis y supisteis; ahora nos toca a nosotros hacerlo cómo mejor creamos, podamos y sepamos. Así que gracias a todos. Solamente pediría respeto y cuidados máximos para las familias recién nacidas con hijos en brazos para poder sostenerlos bien. Muchas gracias madres, padres, abuelas, tíos, tías, primos, primas, vecinas, pediatras, expertos, médicos, infermeras, amigas,... lo estamos haciendo a nuestra manera y necesitamos que nos respetéis para la seguridad y el bienestar familiar. Nosotros también queremos lo mejor para nuestra hija. No necesitamos tantos consejos, ni regalos, ni flores, ni más ropa de bebé, ni tuppers de comida aunque siempre vienen bien, necesitamos amor y palabras de apoyo y comprensión porque nosotros tampoco somos superhéroes, ni superpadres, ni superwomen. Y a veces, sobre todo en momentos de debilidad, perdemos la fuerza, la seguridad y la confianza que nos caracteriza como padres de nuestra hija y para esto también está la familia para apoyarnos y acompañarnos, para comprendernos, respetarnos y nombrarnos. Por eso, os pido de corazón: RESPETO, AMOR y COMPRENSIÓN. Seguramente eso que pido ahora-aquí no haya sabido decirlo antes con palabras bonitas, esas mismas que deseo que me regalen a mí, así que a partir de ahora me comprometo al arte de la comunicación creativa, también a nivel doméstico y familiar.

Pd. Texto escrito tras leer una carta de un infermero indignado y algunas semanas después de hacer una sesión de terapia en pareja y recibir unas palabras bonitas de nuestra maestra del amor, como me gusta llamarla porque nos ha enseñado mucho en este arte de amar en pareja y que me acariciaron el alma. Después de nueve meses maternando a Sofia nadie nos había dicho todavía: "lo estáis haciendo muy bien". Gracias Eli. Hoy después de leer esta carta, Joan también me lo ha dicho escribiéndome una carta preciosa y yo me lo he creído. "Lo estamos haciendo muy bien" y Sofia nos lo dice cada día con su estar bien en el mundo.

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