día mojado en São Paulo
ella se había enfadado con la lluvia
miraba al cielo y gritaba
a las tres y media del mediodía
se habían mojado todas sus pertenencias
pero estaba sentada en un charco del suelo
y con la mano derecha se humedecía los mechones de pelo
que aún estaban secos.
miraba al cielo y gritaba
a las tres y media del mediodía
se habían mojado todas sus pertenencias
pero estaba sentada en un charco del suelo
y con la mano derecha se humedecía los mechones de pelo
que aún estaban secos.
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