Canción de amor a mi tierra
Escena de "El Verdugo" aterrizando en Mallorca
Cuando llegas a Mallorca, ya sea por aire, al aeropuerto de Son Sant Joan, o por mar, como hace el equipo de Berlanga en la película “El Verdugo”, te invade un ritmo que sabe a Mediterráneo. La luz es diferente a todo lo observado con anterioridad. Un cielo abierto y un mar sin fronteras es lo que está al alcance del visitante primerizo, un celeste que se convierte en roca con límites para los residentes que van y vienen en un abrir y cerrar de ojos (o de la cartera con peor rostro).
Música desconsolada como la de la joven Buika acompaña a las gaviotas marítimas las madrugadas de verano, guitarras como las de Joana Lluna de Joan Bibiloni, el músico más prolífero de la isla recuerdan el presente y olvidan el pasado de los oyentes. Arte es lo que se respira en la mayor de las Baleares, pasen y vean su Sierra de Tramuntana, su catedral de Palma, sus pequeñas vilas y conozcan sin recelo sus grandes gentes. Caminen sobre la arena blanca del mediterráneo o buceen en las inmensidades marinas, encontrarán oro sin ninguna duda. Y aparezcan en la mitad de alguna carretera sin pretender conocer su destino, les llevará al mejor paraíso.
Bon viatge
PD: Això és el que ocórre quan ets enfora de "sa roqueta", que l'enyores.
Comentarios
Es vera i espreses els sentiments dels qu'estan enfora de l'Illa.
un beso ben fort, guapa
Sigue escribiendo asi.
un abrazo!
Lara.
Tus palabras enlazan con el reto inmenso, profundo y sencillo que también da forma a mis días:
"Y aparezcan en la mitad de alguna carretera sin pretender conocer su destino, les llevará al mejor paraíso".
Tengo un gran abrazo que darte y la mayor alegría es que será dentro de muy poco!
Laura.