Playboy, febrero

Febrero bisiesto trae algunas novedades que comparto con voz incansable. El calendario de la Ferreteria Garau deja la gallina en último lugar y presenta al caballo elegante en las cocinas particulares. Iris, la pequeña niña del calendario de Representacions Abrines, juega con su hermana debajo de los almendros florecidos si el cielo quiere. Las máscaras venecianas, los narices de payaso, las escobas de bruja y las antenas de marcianos recuerdan que llega la festividad más pagana del calendario cristiano, aquella en la que disfrazarse de mago es posible sin necesidad de convertir un príncipe encantado en sapo. Febrero también es el mes idóneo para pedir el voto por correo, molestia exclusiva para los ausentes de su territorio natal, y decidir quién va a ser el presidente de moda y quien su temible opositor. Los tripulantes de la Barcelona World Race, desconocidos para algunos y padres de familia para otros, llegarán de recorrer el mundo en 80 días como Willy Fog y serán recibidos por la prensa con grandes objetivos y preguntas tan profundas como “¿qué es lo primero que vas a hacer cuando llegues a casa?”. Madrid cierra FITUR para inaugurar dos ferias internacionales de arte, ARCO y ARTMADRID, la alternativa. Curiosa anéctoda. Ambas coinciden con una celebración banal y sin sentido, llamado santo del amor. Y por fin, para hacer referencia al titular, las revistas mensuales sacan nuevos números al mercado y playboy publica un reportaje mio. Sí, entre mujeres desnudas y cuerpos serpenteados se sumergen lectores interesados en los deportes de invierno. El freestyle, un nuevo estilo a caballo entre el sky y el snow, se vislumbra en el paraíso de las montañas nevadas. Sobre eso, apoyado con declaraciones de Cuka Aranda, la campeona española de snowboard, va el artículo firmado por Joana Abrines. Un texto deportivo con anotaciones poéticas es la propuesta para febrero 2008.