Fábulas teatrales


Foto: Ros Ribas (TNC)

El teatro no es como las demás artes. El teatro está vivo. El teatro permite sentir, pensar, llorar, atender, distraerse e incluso reír en una misma obra y en un mismo acto. El teatro no son las butacas y las luces y el escenario, que también; el teatro son las voces de los dramaturgos, los directores, los actores y por último, la voz interna del espectador que difícilmente abandona su dimensión de visitante.

Hoy, yo quiero participar con mi voz a “la paz perpetua” que propone Juan Mayorga, Premio Nacional de Teatro 2007, presentada ayer en el Teatro Nacional de Catalunya que permanecerá en cartel hasta el 12 de octubre. Hora y media de diversión y angustia, hora y media de atención expectante para terminar llorando de desconsuelo.

¿Realmente se puede combatir el terrorismo con la razón pura?

Juan Mayorga representa el gran teatro, no el de las grandísimas producciones sino el de las sinceras palabras y las sencillas cuestiones que preocupan en el siglo XXI: el amor, la amistad, la filosofía, la concepción de dios, la militancia, el terrorismo, las órdenes, el deber y la obligación de los bajos cargos y los altos mandos. En “la paz perpetua” se lee una feroz crítica a la violencia, sea de la índole que sea.

El texto, según su autor, nació gracias a un encargo de Gerardo Vera tras el atentado del 11M en Atocha. Una difícil madrugada para todos los residentes en Madrid como demuestra Enmanuel en escena, un perro guía que se alista a las fuerzas del K7 con doble moral. Enmanuel acompañaba a su dueña a la Universidad el día que cayó una bomba y la mató. “Estuve a su lado hasta que llegó su padre”, asegura el perro sumergido en el recuerdo. Enmanuel, el perro humanizado o el hombre animalizado, quiere luchar contra el terrorismo desde dentro de una organización militar, pero no está dispuesto a seguir matando por una causa injusta. Enmanuel será el primero en caer porque al sistema no le interesan perros filósofos, le interesan perros obedientes y eficaces, perros agresivos y rápidos con el don de la obediencia.

Los textos de Juan Mayorga tienen la capacidad de cuestionar nuestras acciones a través de metáforas con animales como demostró anteriormente con “Las últimas palabras de Copito de Nieve” o “Las tortugas de Darwin”, éste último representado en el Teatro Romea hasta el próximo domingo. Las respuestas debemos dárnoslas nosotros mismos.

¡Gracias de nuevo, maestro!

Comentarios

NaD ha dicho que…
Hola veinada!! Com va tot?
Només dir-te q esper q comencis molt bé es master!!

Na Meri i jo d'aki un ratet partim cap a Marsella, tan de bó haguessiu pogut venir. Amem si tenim ocasió de fer una altra escapadeta!

Fins aviat! Un besote de dos carrers per avall!

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