"MENSAJE A GARCÍA"
Elbert Hubbard, (1856 - 1915). Filósofo y escritor estadounidense cuya obra más famosa es Mensaje a García.
Antes de entrar en el primer trabajo serio de mi carrera laboral, mi padre me advirtió que nunca dijese a un jefe "¿y ahora qué hago?", una pregunta retórica pensé. Desde aquel instante la borré de mi abecedario de frases hechas y ahora comprendo su buen hacer como padre e instructor. Cuando llegué a la editorial Factoria Group en 2006, en la que continúo trabajando, nadie me explicó cuál era el funcionamiento de la empresa. Tuve que observar y adaptarme, cuál pequeño insecto en la selva amazónica. Hablaba poco y se interesaban por mi silencio: "no es ausencia, trato de aprender escuchando", afirmaba con una mezcla de inferioridad y autocomprensión. Hasta que dos años después, y con una confianza muy superior en mi trabajo y en mis palabras, puedo asegurar que he sobrevivido a la vorágine laboral sin preguntar nunca: "¿y ahora qué hago?". Recuerdo el primer día que Anna (mi jefa) me mandó llamar a "Equipo", con voz natural y convencida de que su mensaje en jerga periodística era comprendido. Antes de responder, y como mi trabajo transcurre delante de un ordenador conectado a internet, busqué "equipo" en Google. Búsqueda fallida con anterioridad porque ninguna entrada se acercaba a su petición. "Vengo de Madrid y no sé que es equipo?”, me atreví a decir. Con una voz débil de enfado me dijo: "equipo singular es la agencia de comunicación más importante de Barcelona, llámales y preséntate". Sin conocer el motivo de aquella fugaz llamada, aprendí que el camino natural te lleva al destino adecuado, sólo hace falta un poco de interés y un mucho de constancia.
Hoy he recibido un mail de Anna que me decía tú has encontrado a García.
Antes de entrar en el primer trabajo serio de mi carrera laboral, mi padre me advirtió que nunca dijese a un jefe "¿y ahora qué hago?", una pregunta retórica pensé. Desde aquel instante la borré de mi abecedario de frases hechas y ahora comprendo su buen hacer como padre e instructor. Cuando llegué a la editorial Factoria Group en 2006, en la que continúo trabajando, nadie me explicó cuál era el funcionamiento de la empresa. Tuve que observar y adaptarme, cuál pequeño insecto en la selva amazónica. Hablaba poco y se interesaban por mi silencio: "no es ausencia, trato de aprender escuchando", afirmaba con una mezcla de inferioridad y autocomprensión. Hasta que dos años después, y con una confianza muy superior en mi trabajo y en mis palabras, puedo asegurar que he sobrevivido a la vorágine laboral sin preguntar nunca: "¿y ahora qué hago?". Recuerdo el primer día que Anna (mi jefa) me mandó llamar a "Equipo", con voz natural y convencida de que su mensaje en jerga periodística era comprendido. Antes de responder, y como mi trabajo transcurre delante de un ordenador conectado a internet, busqué "equipo" en Google. Búsqueda fallida con anterioridad porque ninguna entrada se acercaba a su petición. "Vengo de Madrid y no sé que es equipo?”, me atreví a decir. Con una voz débil de enfado me dijo: "equipo singular es la agencia de comunicación más importante de Barcelona, llámales y preséntate". Sin conocer el motivo de aquella fugaz llamada, aprendí que el camino natural te lleva al destino adecuado, sólo hace falta un poco de interés y un mucho de constancia.
Hoy he recibido un mail de Anna que me decía tú has encontrado a García.
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