Homenaje en b/n a una ciudad cicatrizada


Fotograma de la película Cielo sobre Berlín (1987)

Dos ángeles deambulan sobre el cielo de Berlín, una ciudad decadente que sufre los efectos de la Segunda Guerra Mundial, donde aparecen personajes tristes con una punta de esperanza. Los dos protagonistas, siendo invisibles, bañan de optimismo a los personajes que se cruzan por la calle, el metro, el ambiente nocturno, la última función de un circo ambulante o un cruce de caminos. Los observadores cansados de silencios, ya que no pueden mantener más que conversaciones con otros ángeles, buscan espacios llenos de gente donde se hable, aunque sea en silencio como en una biblioteca o en un concierto de Nick Cave.

Una película del cineasta alemán Wim Wenders que consiste en una narración epistolar de 128 minutos en la que se explica la humanización de Damiel, el ángel-niño que abandona la experiencia espiritual (reflejada en blanco y negro) para adentrarse en la experiencia humana (representada bajo la tonalidad de los colores). Damiel en su vida humana sufre una herida que sangra, aprende a silbar como un niño adulto y degusta por primera vez un café caliente arropado por el frío de la calle. El epílogo de la película finaliza la carta gravada en 1987 con un poema encabezada con "Cuando el niño era niño...".

Cielo sobre Berlín es una reflexión humanista sobre la vida y la muerte, el estar dentro y fuera, el ser y el no estar; una película que habla de las preocupaciones humanas, los miedos, la incomunicación, la soledad, el tiempo y el paso del mismo. El espectador participa en la película de dos formas diferentes; la primera actitud es pasiva ya que conoce los pensamientos de los personajes anónimos que aparecen sin hacer nada más que escuchar; en cambio, la segunda actitud del espectador es la de cuestionarse las preguntas retóricas que remarcan las voces en off.

La utilización de elementos plásticos se explica con la aparición de diferentes formatos de alas, elemento identificador de los ángeles. Alas de metal, alas dibujadas sobre el cielo, pendientes en forma de ala, plumas de pollo, alas y más alas para separar un mundo del otro. Dos mundos paralelos e independientes donde los personajes no se entremezclan, se relacionan. Por ello, el ángel protagonista decide abandonar su inagotable pasado y sumergirse en un efímero futuro, lleno de cartas de amor y mujeres de rojo que abren corazones.

Esta historia amor donde el ángel de la guarda se enamorada de su protegida mantiene un tratamiento técnico moderno. Los planos cenitales y los picados, en continuo movimiento, posibilitan escenas en una sola toma, imágenes que emulan la mirada de un observador. Los planos cerrados otorgan a la imagen el puro carácter del retrato fotográfico, donde el claroscuro es tratado de una forma magistral. Además, los planos generales exaltan la geometría del paisaje urbano como si estuviera fotografiada por un arquitecto de la decadencia.

El vouyerismo es uno de los temas principales de la película ya que la mirada de los ángeles no era vista y podían indagar en el interior de las personas encontradas. La barrera física que separa a los ángeles de los humanos permite descubrir el más sincero sentimiento, ya que es el pensamiento el que nunca engaña. El pensamiento, en muchas ocasiones, no se comparte, se guarda, como hacen los personajes anónimos de la película.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Los Angeles en Berlin, y en la Segunda guerra Mundial, estuvieron un poco en la retaguardia o haciendo otras cosas, pero poco o nada ayudaron a la gente.

Muy buena critica de la pelicula ......... besos de Llamj

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