oda a salvador

Salvador continúa siendo embajador de Figueras (Girona), se retrató en infinidad de ocasiones para la posteridad y antes de morir dijo: "a los tres años quería ser cocinero, a los cinco Napoleón. Mi ambición no ha hecho más que crecer y ahora es la hora de llegar a ser Salvador Dalí". Ser uno mismo hasta el extremo de salvarse de los males menores de otros, fue su destino.

Un personaje con estilo-sin gala y con una gran dosis de exceso que creó muchos yoes, muchos objectos imaginarios, mucha obra plástica, alguna escultórica y el primer logo de chupa chups -ahora hace 50 años-. Amigo de Luis Buñuel y Federico García Lorca, 2 grandes del siglo XX, y considerado genio excéntrico expulsado de la Escuela de Bellas Artes de Madrid, primero, del Movimiento Surrealista, después.

Coqueteó con los fascismos, el dinero y dios -trilogía dorada con demasiadas connotaciones en los años cuarenta-. Y con su esférica Gala creyó alcanzar el horizonte. Difícil juego de balances de un hermafrodita erótico sin líbido. Contradicciones constantes visibles en el teatro-museo de su ciudad natal. Arquitectura racionalista transformada en un laberinto con salida figurativa, infinidad de huevos, esfinges doradas y un semicírculo perfecto en la cúspide. Un templo inundado de visitantes en cualquier época del año.