Recuento 2008

Ha llegado Navidad y es el mejor momento para hacer recuento de un año lleno de historias, recuerdos y papeles sin remite ni destino. Los últimos días del año son óptimos para contar aquello que fuimos. Un pasado que se hace lejano, difícil, combulso y expresivo si dejamos vía libre a la imaginación. Caminamos hacia adelante sin miedo al futuro aún sabiendo que el tiempo no devuelve la mirada. No retiene ni iguala, el tiempo confunde y comprende. Sonríe porque la memoria selecciona los buenos recuerdos. Entonces, gracias al paso del tiempo somos y existimos.

Que llegue el 2009, el 2013, el 2053 y el 2071. Que lleguen años libres, ya los condenará nuestra memoria. Con ellos, yo seré otra jo_ana con nuevos papeles en mi cartera para explicar mi historia: tikets de la compra, pasajes de avión, notas al pie de la cama, teléfonos desconocidos, tarjetas de visita, extractos bancarios, billetes caducados, fotos de carné también caducadas, tarjetas de crédito, del super, del viejo videoclub, de la universidad, de la seguridad social, el DNI antiguo y en nuevo, sellos, pegatinas, descuentos inutilizados, un verso, una llave sin llavero, la participación anulada de navidad, una muestra de colonia.

En Mallorca el mar continúa hablando inmovil.