coleccionismos varios

Como cuando era pequeña y vivía con mis padres y dormía en un cuarto infantil con mi hermana, hoy he empezado mi nueva colección de cromos. Los que creen que han vivido mucho dicen que todo cambia, yo creo que hay cosas que siguen indelebles como aquellos álbumes papini, que confundía con una marca de chocolatinas. Aquellos que comprábamos en el quiosco de la Gran Vía, de Inca, nuestra localidad natal, y rellenábamos con los cromos que traía papá como regalo a nuestro buen hacer diario. Años después, al retomar el cine como un acto solitario y mágico, tuve claro que también podía ser una pequeña exploradora intrépida senior como Rusell, porque es posible estar "cerca y lejos" a la vez y seguir soñando en 3D y sin gafas bipolares.

¿Con quién cambiaré ahora los cromos "repes" de Up?