virtudes humanas

Hoy como ayer, y posiblemente como mañana, estamos sumergidos en una sociedad preocupada simplemente por la imagen -continente-. La forma de ser -contenido- de nosotros mismos parece no importarle a nadie, ni siquiera a uno mismo. Este tema ya preocupaba a los filósofos clásicos y continúa siendo debate en las mesas actuales pero la desvalorización individual se refleja en la colectividad y podríamos afirmar que actualmente los valores humanos brillan por su ausencia.

Ayer noche, una amiga me propuso un juego que propuse a mi pareja al llegar a casa y como surgió efecto propongo de manera colectiva en este mini espacio de expresión. Piensen en una virtud propia y acompánenla de un círculo o de un cuadrado. Este es el mío.

Al principio cuesta pensar en los propios hábitos positivos porque estamos sumergidos en una rutina que nos delimita por aquello que “no” hacemos o que hacemos “mal”, nos define por lo que “no” somos y nos desvirtúa por lo que los demás quieren que seamos. Las virtudes humanas fundamentales son, desde Aristóteles, la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza pero existen muchas otras y no necesariamente tan vinculadas a la ética de las circunstancias, existe también la virtud de la infancia o la de la inteligencia. La misma palabra virtud está relacionada con la palabra “vir” (hombre) y la palabra “vis” (fuerza). Compartan su fuerza con los demás.

Y en breve, idearemos un juego colectivo para los vicios.