FIN de DGUIT1
Tras el duro trabajo de volver a ser estudiante durante un semestre y mantener intacta la doble jornada laboral, argumento mi satisfacción de haber formado parte de la primera edición del Diploma de Posgrado en Escritura del Guión Televisivo para Programas de Entretenimiento y Humor. El denominador común entre el grupo de los treinta primeros alumnos fue la vinculación de la productora El Terrat, una de las grandes creadoras de programas de humor en Cataluña, al curso universitario del IDEC. Cuando las andaduras humanas terminan, comienzan los recuerdos. Aquellos inseparables amigos del alma son los que nos mantienen vivos.
Recuerdo la primera sesión informativa en la que expresé mi temor por el título del curso, ya que mi sentido del humor se veía reducido a la cobertura poética de mi escritura. Durante 6 meses he amado la televisión y he aprendido a reírme en público, hablar ya lo traía de casa. Me llevo conmigo el chiste, el gag, el sketch, la doble lectura y el inestimable calambur. Además de un importante bagaje televisivo regalado por la mayoría de profesores que han pasado por las aulas con las puertas del aprendizaje abiertas.
Ahora tengo mi propia bíblia, como una discípula de un dios terrenal, y el guión piloto de "Empieza por A". Amo este programa, bien valorado por mi tutor y director del curso, pensado para dar cobertura a la cultura de los otros, de los desconocidos, de los que sienten el arte y no tienen los medios para expresarlo. Porque se puede volver a conectar la televisión y la cultura, aunque aparentemente sea la hija mal vista por las cadenas privadas. Y sus intervenciones públicas caigan siempre en el error de mostrar las agendas culturales por temor a elaborar contenidos minoritarios. A los 24 años he escrito lo que siempre había querido escribir. Ahora espero que sea una buena carta de presentación para entrar en el mercado laboral. La despedida del curso la hizo Andreu Buenafuente y nos aconsejó en el aula 212 que al trabajar con ideas, tengamos las corazas protectoras despiertas y defendamos los proyectos en los que confiamos porque "vuestra verdad, será vuestro GPS".
Recuerdo la primera vez, y la única, que apareció el clase Erik Satie. También las innumerables discusiones sobre la mujer cómica y la mujer guionista, tantas que acabó aburriéndome. Hablamos de nuevos formatos, de formatos adaptados, de los imitados, de los exportables y no exportados y de la infinidad de formatos importados. "¡Qué las ideas las tengas otros!" chillábamos en clase con un poso de amargura. Pensar en nuevos formatos televisivos es algo a lo que me gustaría dedicar mis esfuerzos laborales. Durante el curso, por la nueva realidad televisiva fragmentada y digital, también debatimos sobre la televisión que se avecina. "Cómo no sabemos que cambios traerá la TDT, vamos a jugar".
JUEGO A SER GUIONISTA.
Recuerdo la primera sesión informativa en la que expresé mi temor por el título del curso, ya que mi sentido del humor se veía reducido a la cobertura poética de mi escritura. Durante 6 meses he amado la televisión y he aprendido a reírme en público, hablar ya lo traía de casa. Me llevo conmigo el chiste, el gag, el sketch, la doble lectura y el inestimable calambur. Además de un importante bagaje televisivo regalado por la mayoría de profesores que han pasado por las aulas con las puertas del aprendizaje abiertas.
Ahora tengo mi propia bíblia, como una discípula de un dios terrenal, y el guión piloto de "Empieza por A". Amo este programa, bien valorado por mi tutor y director del curso, pensado para dar cobertura a la cultura de los otros, de los desconocidos, de los que sienten el arte y no tienen los medios para expresarlo. Porque se puede volver a conectar la televisión y la cultura, aunque aparentemente sea la hija mal vista por las cadenas privadas. Y sus intervenciones públicas caigan siempre en el error de mostrar las agendas culturales por temor a elaborar contenidos minoritarios. A los 24 años he escrito lo que siempre había querido escribir. Ahora espero que sea una buena carta de presentación para entrar en el mercado laboral. La despedida del curso la hizo Andreu Buenafuente y nos aconsejó en el aula 212 que al trabajar con ideas, tengamos las corazas protectoras despiertas y defendamos los proyectos en los que confiamos porque "vuestra verdad, será vuestro GPS".
Recuerdo la primera vez, y la única, que apareció el clase Erik Satie. También las innumerables discusiones sobre la mujer cómica y la mujer guionista, tantas que acabó aburriéndome. Hablamos de nuevos formatos, de formatos adaptados, de los imitados, de los exportables y no exportados y de la infinidad de formatos importados. "¡Qué las ideas las tengas otros!" chillábamos en clase con un poso de amargura. Pensar en nuevos formatos televisivos es algo a lo que me gustaría dedicar mis esfuerzos laborales. Durante el curso, por la nueva realidad televisiva fragmentada y digital, también debatimos sobre la televisión que se avecina. "Cómo no sabemos que cambios traerá la TDT, vamos a jugar".
JUEGO A SER GUIONISTA.
Comentarios
Besos!
un beso .... llamj